Sierras de Cádiz y Málaga

¿Te quedan algunos días de vacaciones? No te lo pienses dos veces y pon rumbo al sur. Qué mejor lugar que la ciudad malagueña de Ronda, cuya localización permite explorar la Sierra de Grazalema y el Parque Natural de Los Alcornocales, en la provincia de Cádiz, y el Torcal de Antequera y la Costa del Sol, en Málaga. Prepárate para descubrir una región que congrega los mejores ingredientes para disfrutar del "mototurismo": curvas sin fin, riqueza patrimonial, diversidad de parajes y, además, el mar. ¿Qué más se puede pedir? 


Embalse de Zahara

PUNTO DE PARTIDA: Ronda

Ronda atesora innumerables atractivos para ser visitada: los Baños Árabes, la Plaza de toros del siglo XVIII, el Puente Nuevo... Este último se eleva sobre el Tajo de Ronda, una garganta de 120 metros de altura por cuyo lecho transcurre el río Guadalevín. Al anochecer, la imagen del puente y del centro histórico iluminado es irrepetible.


1ª RUTA - Los pueblos blancos de Cádiz

Muchos son los pueblos andaluces que lucen ese color blanco tan característico. Sin embargo, los de la provincia de Cádiz gozan de la mayor fama. Incluso cuentan con su propia marca turística: la Ruta de Los Pueblos Blancos. Además se encuadran en un bello entorno natural que, curiosamente, ostenta valores pluviométricos tan altos como los de Galicia. La explicación es que las corrientes atlánticas chocan aquí con las primeras montañas de cierta altitud de la España meridional. Pongámonos en marcha, pues nos espera toda una sierra por descubrir. 

Tras abandonar Ronda, la carretera se estrecha mientras nos acercamos a la localidad de Grazalema, la primera que vamos a visitar. Seguidamente nos dirigimos al corazón del Parque Natural de la Sierra de Grazalema. Montes, prados y arboledas amenizan el camino. Entramos al Parque Natural de los Alcornocales hasta alcanzar el puerto de Galis, en el que se encuentra una venta muy frecuentada entre motoristas. Después de salvar las mansas aguas del Pantano de Guadalcacín surge Arcos de la Frontera. Resulta indispensable poner el caballete de la moto y caminar por la Plaza del Cabildo, desde donde las vistas no tienen desperdicio. 

Retornamos por la población de El Bosque y, más adelante, nos encaminamos en dirección norte hacia Zahara de la Sierra, no sin antes encarar el revirado Puerto de los Acebuches. Es mejor parar en el mirador situado en su cima, o nos perderemos la panorámica del Embalse de Zahara en el fondo del valle. Aunque Ronda está cerca, resulta recomendable dar un último rodeo hasta Setenil de las Bodegas, un pueblo de lo más peculiar con algunas viviendas situadas debajo de las mismas rocas. Podemos descansar y, por qué no, cenar y acabar allí el día. El regreso a Ronda, por la vía rápida, no implica ninguna dificultad.



NO TE PUEDES PERDER...

Grazalema

En un viaje por la Sierra de Grazalema no puede faltar la visita al pueblo del mismo nombre. Gracias a las calles empedradas y las fachadas blancas ha sido designado Conjunto Histórico-Artístico. Basta con sentarse en uno de los bancos de la céntrica Plaza de España para impregnarse de su encanto rural. 

Arcos de la Frontera

Situado a medio camino entre la sierra y la Campiña Jerezana, Arcos es uno de los municipios más grandes de la zona. Ha sido catalogado también como Conjunto Histórico-Artístico. En sus orígenes se entremezclan varias culturas, ya que fue capital musulmana y del Ducado de Arcos. Uno de los sitios obligados es la Plaza del Cabildo, que cuenta con una fantástica perspectiva sobre el Valle Medio del Guadalete. Alrededor de la plaza se concentran los edificios más importantes: el Ayuntamiento, la iglesia de Santa María, el castillo de los Ponce de León y el parador. 

Setenil de las Bodegas

Pueblo fotogénico donde los haya, Setenil de las Bodegas enamora con sus casas construidas dentro de las piedras. Imperdible es la Calle del Sol, cuyas terrazas sombreadas invitan a tomar unas tapas. ¿Cuáles son los platos típicos? Sobresalen el cazón en adobo, el pollo a la canilla, la tortilla de camarones y, especialmente, el "pescaíto" frito. ¿Te animas?


2ª RUTA - Antequera y la Costa del Sol

En esta ocasión veremos brevemente el mar, pero su recuerdo estará siempre presente junto al aroma andaluz que adorna toda la región. Empezamos bajando por la carretera que une Ronda con el mar, colmada de curvas enlazadas, abiertas, cerradas, de radio variable... La verdad es que lo tiene todo, también un tráfico abundante. Con un poco de suerte, durante las primeras horas de la mañana aún no habrá tanto ajetreo. 

A nuestro lado derecho dejamos los principales núcleos urbanos de la franja occidental de la Costa del Sol: San Pedro de Alcántara, Puerto Banús y Marbella. Abandonamos la vorágine del litoral por medio de carreteras secundarias que nos internan en el Paraje Natural del Torcal de Antequera, un paisaje Kárstico dibujado por rocas de formas caprichosas, simas y cuevas. El itinerario sigue sin perder un ápice de encanto hasta Antequera, donde nos detenemos a conocer su gran valor histórico y cultural.

Llevamos un buen trote encima, pero eso no es impedimento para hacer una última parada en Álora y echar un ojo al castillo árabe emplazado en el Cerro de las Torres. El tramo desde aquí hasta Ronda, con el Parque Natural de la Sierra de las Nieves a nuestra izquierda, es de una quietud reconfortante. A pesar de los quilómetros recorridos, el trayecto se nos habrá hecho corto.



NO TE PUEDES PERDER...

Marbella y Puerto Banús

Como ciudad turística que es, Marbella ofrece una infinita oferta de playas y ocio. Su imparable desarrollo empezó en los años sesenta con el impulso de empresarios como José Banús, hecho que convirtió este rincón del Mediterráneo en destino predilecto de la "jet" mundial. Campos de golf, clubes deportivos y glamurosos establecimientos completan una exhibición de lujo que, a muchos, nos parece desmesurada.

Antequera

Las diferentes civilizaciones que han habitado lo que actualmente es Antequera han dejado su huella particular. De los tiempos prehistóricos se mantienen los dólmenes de Menga, Viera y el Romeral, considerados uno de los yacimientos más importantes de Europa. De la ciudad romana, de nombre Antikaria, permanecen las termas. Como herencia de los musulmanes destacan la Alcazaba y los restos de la antigua muralla. Y de los siglos XVI, XVII y XVIII se conservan un buen número de iglesias, entre las cuales despunta la Real Colegiata de Santa María la Mayor, construida a caballo entre el gótico tardío y el estilo renacentista. Sin riesgo de exagerar, todo el municipio puede describirse como un mueso en sí mismo.