Cuenca y El Maestrazgo

Cuando se trata de evadirse de la rutina y disfrutar de la tranquilidad lejos de las urbes, una escapada a la Serranía de Cuenca no tiene precio. Si además decides alojarte en la localidad de Albarracín, podrás conocer también los paisajes de la provincia de Teruel, tan desconocida, tan bella. Cultura y naturaleza se funden en un mismo pack, al que hay que sumar una oferta inacabable de carreteras "muy de moto". La satisfacción estará asegurada.


Carretera CM-2023 a su paso por el Estrecho de Priego

PUNTO DE PARTIDA: Albarracín

El embrujo de Albarracín anima a dar una vuelta por su entramado de calles, asentado en una colina de los Montes Universales y cercado por el río Guadalaviar. Entre sus principales alicientes se encuentran la catedral, el palacio episcopal y la Playa Mayor. Todas las edificaciones presentan un característico color rojo causado por el yeso, material empleado al ser liviano y fácil de transportar en este empinado emplazamiento. Por todo ello, Albarracín ha recibido la declaración de Monumento Nacional. Por cierto, resulta obligado acercarse a las murallas, ubicadas en las montañas que circundan la localidad, especialmente durante la puesta del sol, cuando la luz tenue se refleja en las casas y crea una sugerente explosión de colores. Cerca de Albarracín, el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno esconde valiosas manifestaciones de pintura rupestre. Además, sus crestas rocosas conforman uno de los mejores lugares en lo que a la práctica de la escalada se refiere.


1ª RUTA - Excursión a la Sierra de Cuenca

Partimos de Albarracín con el objetivo de atravesar su serranía y la de Cuenca. Dejamos a nuestra izquierda el nacimiento del río Tajo, a la par que ganamos altitud en dirección al puerto del Cubillo. Hallamos un paisaje cambiante: en algunas ocasiones nos movemos a través de campos abiertos; en otras rodamos entre tupidos bosques. Desde luego, el entorno no tiene nada que envidiar a otras cordilleras de más altura. El trazado, por su parte, aporta curvas a raudales. 

Ya en tierras conquenses tomamos un desvío que nos deja en el espacio natural de la Ciudad Encantada, cuyas curiosas formaciones geológicas hacen recomendable una visita que lleva aproximadamente una hora y media. Nos separan pocos quilómetros de Cuenca, de la que no podemos marcharnos sin fotografiar sus famosas Casas Colgadas. 

Seguimos nuestro periplo por la sierra avanzando por el Estrecho de Priego y, a continuación, por la Hoz de Beteta, una honda grieta excavada por el río Guadiela. Después de cruzar el río Tajo encontramos un tramo tan bonito en cuanto a paisaje como mejorable en asfalto. ¡Cuidado con los socavones! Entramos momentáneamente en la provincia de Guadalajara, donde la localidad de Chequilla posee tambíen su particular ciudad encantada. Y es que al lado mismo de la carretera se alzan bloques de piedra de un tono rojizo que contrasta con el verde de los árboles. Más adelante, el pueblo de Bronchales nos mete de lleno en la Sierra de Albarracín. Las curvas no dan tregua hasta el final de la ruta.



NO TE PUEDES PERDER...

Ciudad Encantada

La Ciudad Encantada de Cuenca configura un entorno único debido a sus caprichosas formas rocosas, cuyo origen se remonta a hace noventa millones de años, cuando esta área estaba ocupada por el mar. En el lecho se depositaron sales que, una vez las aguas desaparecieron, formaron una capa de piedra caliza que la lluvia, el viento y el hielo moldearon hasta dar con las formas que hoy conocemos. ¡Sorprende lo que puede lograr el paso de los años! La entrada vale cinco euros y permite realizar un itinerario circular de tres kilómetros. Junto a las rocas se encuentran letreros con sus nombres: el reno, la foca, el puente romano, los amantes de Teruel, etc. Todos están relacionados con las figuras a las que recuerdan... eso sí, con un poco de imaginación.

Casas Colgadas de Cuenca

Un paseo por el centro de Cuenca retrotrae a la Edad Media. Catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la ciudad se sitúa en un promontorio entre los ríos Júcar y Huécar. Precisamente sobre la hoz del Huécar se asoman las Casas Colgadas, pendidas espectacularmente en el vacío. En su interior se ubica el Museo de Arte Abstracto, que expone pinturas y esculturas de artistas españoles de los años cincuenta y sesenta. Muy cerca, desde el puente de San Pablo, se disfruta de las mejores vistas del conjunto monumental.


2ª RUTA - El solitario Maestrazgo

Nos encaminamos a la región histórica del Maestrazgo, repartida entre las provincias de Teruel y Castellón, un territorio bastante desconocido que, sin embargo, depara pueblos y rincones de innegable atractivo paisajístico. Tras sobrepasar Teruel, circulamos durante un tiempo por carreteras rectilíneas y algo aburridas, hasta que en Rubielos de Mora empieza un continuo baile de curvas. Por cierto, la carretera entre Mosqueruela y el límite provincial con Castellón, antaño en muy mal estado, se ha asfaltado recientemente, para beneficio nuestro y de los habitantes del lugar. 

No dejan de aparecer localidades reseñables como Ares del Maestre, resguardada por una impresionante muela; Morella, cuyas formidables murallas se ven desde lejos y donde es altamente recomendable parar; y Cantavieja, ubicada en el borde de un precipicio. 

Llegados aquí, más vale seguir con ganas de conducir, pues todavía queda tela que cortar. El puerto de Villaroya nos brinda vistas de un bonito pinar que nos va a acompañar hasta las inmediaciones de Teruel, donde nos aguarda su valiosa arquitectura mudéjar. Si se va bien de tiempo, finalizar allí la tarde será el broche de oro a una intensa jornada motera.



NO TE PUEDES PERDER...

Morella

Localidad amurallada por excelencia del interior de Castellón, Morella llama poderosamente la atención desde la misma carretera CV-12, donde un mirador permite contemplar su estampa con el castillo en lo alto. Se trata de una de las villas del Maestrazgo que mejor ha mantenido su pasado medieval, lo que explica que haya sido declarada Conjunto Histórico-Artístico. Conviene saber que no se permite acceder con vehículo al casco antiguo. De agradable visita son la iglesia de Santa María y la Calle Mayor, así como los restaurantes y las tiendas donde se venden quesos y productos tradicionales.

Teruel

Teruel puede ser definida, por méritos propios, como la capital del arte mudéjar, motivo por el que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad. Este estilo arquitectónico mezcla técnicas cristianas con influencias y decoración árabes. Valgan como ejemplo el cimborrio de la catedral y las torres de San Salvador, San Martín y San Pedro. Más allà del mudéjar, otros puntos de interés son la Plaza del Torico, el Mausoleo de los Amantes de Teruel y el centro paleontológico Dinópolis.